domingo, 25 de julio de 2010

Julia o escenas de la vida en Lima

Uno de los géneros menos cultivados de nuestra literatura decimonónica fue la novela. En este escaso campo descansa Julia o escenas de la vida en Lima, que fue publicada en el año 1861 en París. Luis Benjamín Cisneros (Lima, 1837-1904) fue poeta y escritor, y entre sus muchos artículos, poemas y ensayos, publicó esta novela de corte marcadamente romántico. Esta novela fue escrita por Cisneros durante su estancia en Francia, por este motivo muestra grandes rasgos del Romanticismo francés, especialmete del escritor Lamartine.

Mucho se le ha criticado e incluso no valorado, justamente por ser un escritor afrancesado, diciendo, además, que la historia como tal no tiene alguna complejidad temática y mucho menos formal. Cierto o no, debemos considerar a la obra de Cisneros como un hito en nuestro romanticismo. Además de decir que la propia naturaleza del movimiento romántico es europea y su transplante al nuevo mundo debió significar mayoritariamente su imitación, más aún en una sociedad llena de conflictos sociales y políticos como la nuestra.

Les presento una breve reseña de la novela y a continuación la novela (que por cierto me ha sorprendido encontrarla en internet).

CISNEROS, Luis Benjamín. Julia o escenas de la vida en Lima. Lima: Editorial Universo, 1977.

Los protagonistas de la historia son dos jóvenes enamorados que se comprometen en unión matrimonial. Cuando todo parece concluido aparece Alberto, un joven amable y que aparenta ser de una buena posición económica. Doña Clara, amiga de la familia y señora bastante mayor, y Alberto se unirán para quebrantar la promesa de amor. Julia cede y renuncia, sin la autorización de su tío Antonio, al matrimonio y se compromete con el nuevo pretendiente: Alberto. Desdichado y triste se aleja Andrés de la familia de Julia.

Todo se empieza a desvelar, las primeras imágenes tiernas caen y se revelan los verdaderos rostros de la sociedad limeña. Alberto es un jugador empedernido y pasa horas enteras fuera de su casa; no posee la riqueza que en un principio aparentaba; y por último, no ama a Julia. No pasa mucho tiempo para que se produzca la separación frente a toda burla de la sociedad. Alberto hace un viaje y abandona a Julia con todas las deudas que el juego traía consigo.

Andrés, siempre enterado de todo lo que acontecía a Julia, decide volver a frecuentarla. Ambos se coquetean y hacen ver una posible reconciliación. Andrés está encantado con Julia y la quiere hacer su esposa y olvidar todos sus anteriores engaños. A Julia le suceden algunos hechos bastantes trágicos que producen un nuevo alejamiento de Andrés. En esta ocasión Julia está en la completa miseria y se refugia en un convento, lugar donde vive junto a su hija.
Una tía que sustentaba los pocos gastos de Julia en el convento fallece y deja nuevamente en la miseria a la pobre joven. La desdichada recurre a doña Clara, quien le asiste y le ayuda momentáneamente. Poco tiempo después, entre lágrimas, se reconcilia Julia con su tío, quien le acepta de vuelta en casa. Andrés envuelto en lágrimas y lleno de amor promete amor eterno a Julia.

Pueden leer el enlace para leer la novela: Julia o escenas de la vida en Lima

domingo, 27 de junio de 2010

Los yaravíes y las fábulas melgarianas

Mariano Melgar Valdivieso nació un 10 de agosto de 1790 en Arequipa y desde muy corta edad fue educado en el seminario de San Jerónimo. Fue, pues, preparado a la manera clasicista: ferviente admirador de Quintana, conocedor del latín, traductor de Virgilio y de Oividio (Arte de Olvidar). Teniendo una infancia bastante académica llegó a ser catedrático en años posteriores.

Por el año 1810 conoceria a María Santos Corrales (Silvia) de la cual viviría profundamente enamorado. Es por estos años que realiza un viaje de estudios a la ciudad de Lima, donde reinaba la confusión y los motivos conspiradores (recordemos que eran años en que se desataban movimientos emancipatorios). Algún tiempo después regresa a Arequipa para realizar una vida aparentemnte pasiva.

Sin embargo en el año 1814 se suscitó un sublevación en el Cusco dirigida por Mateo Pumacahua. La rebelión duraría un año más y llegó hasta el sur del Perú. Finalmente, los revolucionarios patriotas serían derrotados en Umachiri (Puno) por el bando realista. Melgar era integrante del bando derrotado, fue capturado y posteriormente ejecutado el 12 de marzo de 1815.

A pesar de que murió a muy corta edad, Mariano Melgar fue compositor de muchas piezas poéticas como elegías, sonetos, odas, fábulas y yaravíes. La fábula, como dice Sánchez, fue muy bien cultivada por los nativos americanos, siendo aprovechada por Melgar. Inspirado en la naturaleza le serviría, la fábula, como un ataque oculto contra los dominantes. El yaravíe, que tiene origen incaico, era enun inicio un canto de despedida y fúnebre. Melgar haría uso de su carácter nostálgico e incluiría además el tema amoroso. Por esto último Mariano Melgar puede ser considerado como un romaticismo propio y particular en el Perú.

Por falta de tiempo no he podido publicar algunos yaravíes más y las fábulas. Dentro de poco estarán listos.

Pueden seguir el enlace para leer algunos yaravíes: Yaravíes melgarianos

domingo, 13 de junio de 2010

El suicidio y Un viaje

En marzo de 1828, don Felipe Pardo y Aliaga está de regreso en el Perú, luego de haber pasado siete años estudiando en España. Con solo 21 años y con formación neoclásica (recordemos que estudió bajo la tutela de Lista y de Hermosilla en Madrid), se intengra a la élite política y cultural limeña, y pronto empieza a pubicar poemas y crónicas teatrales en diarios peruanos.

A su llegada -y con mucho apego al teatro- observó que las funciones teatrales eran adaptaciones de obras españolas, francesas, inglesas, y en menor medida de italianas y alemanas. No existía un desarrollo del teatro local. Notemos que en el año 1829 solo el teatro nacional había aparecido en el sainete La novelería o los ladrones de Lima, y que sirvió como intermedio de una tragedia española.

Movido por la necesidad de que el teatro nacional produzca obras ambientadas en Lima y que reflejen sus costumbres, él y José Antolín Rodulfo empiezan a publicar, entre junio y diciembre de 1828, crónicas teatrales en el Mercurio Peruano, enfrentándose así a don José Joaquín Larriva (quien escribía para El Telégrafo). Después de este breve paso por el Mercurio, Pardo escribe tres comedias: Frutos de la educación (1830), Don Leocadio y el aniversario de Ayacucho (1833) y Una huérfana en Chorrillos (1833).

Ya en el año 1840, Pardo inicia la publicación de su períódico El espejo de mi tierra (que sólo contaría con tres números, dos en 1840 y uno en 1859). Publica en el periódico tres artículos costumbristas: El paseo de Amancaes, Ópera y nacimiento, y su conocido Un viaje. Además de publicar una canción titulada El suicidio.

Ambos, El suicidio y Un viaje, aparecen en el número dos de El espejo de mi tierra. La canción la escribió durante uno de su destierros y es de un tono marcadamente pesimista, además fíjese de lo melodiosa y potente de la pieza. El artículo es de corte satírico y ataca la antigua manera de viajar de los limeños, tomando para ello la figura estelar del niño Goyito, quien es un señor de 52 años, y que no ha dejado de comportarse como todo un niño de mamá. La trascendencia del viaje de Goyito es para la ciudad un hecho que se compara con la crucifixión de Jesús (se hace alusión a los acontecimientos como antes y después del viaje de Goyito).

Pueden seguir el enlace para leer la canción: El suicidio
Pueden seguir el enlace para leer el artículo: Un viaje

sábado, 29 de mayo de 2010

Discurso en loor de la poesía

El sevillano Diego Mexía de Fernangil tradujo Las Heroidas de Ovidio entre 1596 y 1598. Envió la traducción a España en el año 1603 y unos años más tarde -en 1608- los publicaría en la primera parte de su libro Parnaso Antártico. En el preludio incluiría una pieza poética titulada Discurso en loor de la poesía (el título completo en el texto digital) compuesta -según palabras del autor- por una señora principal d'este Reyno (refiriéndose al Virreinato del Perú), muy versada en la lengua Thoscana y Portuguesa. La cuestión de la autoría hasta hoy supone algunas polémicas; sin embargo, existe algún consenso al afirmar que fue una mujer la persona que compuso esta pieza. Algunos críticos suelen llamarla Clarinda, Clarisa o Celina.

El Discurso, hecho para Mexía, presenta tópicos griegos, con claras influencias de la poetiza Safo. En la composición se mencionan escritores, políticos y hombres de diversas ocupaciones. Por otro lado, el Discurso asume una postura de defensa y teorización de la poesía. Está escrito en tercetos y consta de 808 versos.

Pueden seguir el siguiente enlace para leer la composición: Discurso en loor de la poesía

domingo, 16 de mayo de 2010

Vida de muchos o una semana bien empleada por un currutaco de Lima

En el año 1791, Esteban Terralla y Landa publicó un pequeño relato en prosa en El Diario Erudito de Lima titulado Vida de muchos o una semana bien empleada por un currutaco de Lima. En la narración -que es dada en primera persona- se observa una sucesión de hechos que transcurre el protagonista en una semana en la ciudad de Lima. Estas vivencias se ven rodeadas por un desfile de personajes, que poseen un carácter jocoso y satírico en todas las situaciones que se suceden.

Pueden seguir el siguiente enlace para leer el relato: Vida de muchos o una semana bien empleada por un currutaco de Lima