
Mucho se le ha criticado e incluso no valorado, justamente por ser un escritor afrancesado, diciendo, además, que la historia como tal no tiene alguna complejidad temática y mucho menos formal. Cierto o no, debemos considerar a la obra de Cisneros como un hito en nuestro romanticismo. Además de decir que la propia naturaleza del movimiento romántico es europea y su transplante al nuevo mundo debió significar mayoritariamente su imitación, más aún en una sociedad llena de conflictos sociales y políticos como la nuestra.
Les presento una breve reseña de la novela y a continuación la novela (que por cierto me ha sorprendido encontrarla en internet).
CISNEROS, Luis Benjamín. Julia o escenas de la vida en Lima. Lima: Editorial Universo, 1977.
Los protagonistas de la historia son dos jóvenes enamorados que se comprometen en unión matrimonial. Cuando todo parece concluido aparece Alberto, un joven amable y que aparenta ser de una buena posición económica. Doña Clara, amiga de la familia y señora bastante mayor, y Alberto se unirán para quebrantar la promesa de amor. Julia cede y renuncia, sin la autorización de su tío Antonio, al matrimonio y se compromete con el nuevo pretendiente: Alberto. Desdichado y triste se aleja Andrés de la familia de Julia.
Todo se empieza a desvelar, las primeras imágenes tiernas caen y se revelan los verdaderos rostros de la sociedad limeña. Alberto es un jugador empedernido y pasa horas enteras fuera de su casa; no posee la riqueza que en un principio aparentaba; y por último, no ama a Julia. No pasa mucho tiempo para que se produzca la separación frente a toda burla de la sociedad. Alberto hace un viaje y abandona a Julia con todas las deudas que el juego traía consigo.
Andrés, siempre enterado de todo lo que acontecía a Julia, decide volver a frecuentarla. Ambos se coquetean y hacen ver una posible reconciliación. Andrés está encantado con Julia y la quiere hacer su esposa y olvidar todos sus anteriores engaños. A Julia le suceden algunos hechos bastantes trágicos que producen un nuevo alejamiento de Andrés. En esta ocasión Julia está en la completa miseria y se refugia en un convento, lugar donde vive junto a su hija.
Una tía que sustentaba los pocos gastos de Julia en el convento fallece y deja nuevamente en la miseria a la pobre joven. La desdichada recurre a doña Clara, quien le asiste y le ayuda momentáneamente. Poco tiempo después, entre lágrimas, se reconcilia Julia con su tío, quien le acepta de vuelta en casa. Andrés envuelto en lágrimas y lleno de amor promete amor eterno a Julia.
Pueden leer el enlace para leer la novela: Julia o escenas de la vida en Lima